CUENTOS INFANTILES, CUENTOS JUVENILES, NARRACIONES FANTÁSTICAS
CON EL CORAZÓN SOLAMENTE, NO ES SUFICIENTE
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 1
-Papá cuéntanos un cuento -le pidieron Isabel y Fernando a su padre.
-Sería mejor que leyéseis un libro, ¿no?
-Pero... es que hace mucho que no nos cuentas nada -respondió Fernando
-Está bien... pero os contaré un cuento de mayores...
-Seguro que los protagonistas terminan en Saturno -apuntó Isabel.
-Ya veremos -respondió el padre.
-Entonces... será un rollo patatero -indicó Fernando
-Desde luego no es lo que esperáis, pero quizás os ayude a estudiar más.
-Lo que decía... -volvió a protestar Fernando.
-Bueno... lo que sea, pero empieza ya -pidió Isabel.
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 2.
Había una vez un joven que tenía un enorme corazón -comenzó el padre.
-¿Cómo de grande?
-Cuando se dice que un hombre o una mujer tienen un gran corazón no se refiere al órgano físico, sino al sentimiento.
-Si ya sabes a qué se refiere papá, ¿para qué preguntas? -increpó Isabel a Fernando.
-Es que así me parece más divertido.
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 3.
-En este caso, podría decirse que lo que sentía su gran corazón era algo parecido al primer impacto que puede recibir un niño cuando encuentra una amiga de juegos y además es fascinante. Es decir que siente que su corazón recibe una descarga eléctrica cuando por alguna causa se tocan o están cerca uno del otro. Es un sentimiento de profunda amistad y abstracto amor.
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 4.
-Jolín papá -protestó Fernando- esto no parece un cuento, parece una historia de Sissi.
-Sigue, papá, por favor.
Juan era pues un joven muy sentimental, y se enamoró de la bella Elisa. Era muy feliz y su corazón desbordaba alegría. En ocasiones iba como flotando por el espacio. El mundo era bello y de extraordinarios colores y sonidos musicales.
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 5
Pero, tenía un problema. A veces se olvidaba de sus deberes, y se iba en exceso con otros como él. Y su amada, Elisa, comprendió que tal vez no era lo que ella necesitaba.
-Entonces... Juan no tenía conciencia de lo que hacía -añadió Isabel con más sabiduría de la que correspondía a su edad.
-Exactamente... tenía la cabeza un poco hueca. Sentía un enorme afecto por todo el mundo, pero era incapaz de elaborar dos pensamientos seguidos, y no cumplía con sus obligaciones.
-Tenía buen corazón, pero no tenía inteligencia... ¿Y qué pasó con su Elisa, papá?
Con el corazón solamente, no es suficiente, lámina 6.
-Su amada sufrió un tiempo... luego siguió sus estudios, y después... llegó a ser una de las primeras viajeras a Júpiter.
-Jolín, papá...-¿nos contarás alguna aventura de Elisa? -preguntó Fernando entre sueños...
-Claro que sí...
Texto e ilustraciones de
Quintín García Muñoz
