Narraciones Fantásticas

No todo es tan fácil

(Del diario de un aprendiz de mago)

El aprendiz de mago (15)

 

 

... A veces nos encontramos con personas excesivamente optimistas y por qué no decir ilusas. Enseguida nos dicen  Todo es mente. Solo hay que pensar y la sanación llegará instantáneamente.

   Parece ser, según el libro “Tratado sobre la curación esotérica”  que los casos de curación instantánea como consecuencia de una afluencia de energía desde el Alma, son casi inexistentes y los casos de curación verdaderamente esotérica no llegan actualmente a uno entre un millón. Normalmente las personas se curan porque se tienen que curar; es decir gracias al efecto de la medicina tradicional y la capacidad de recuperación propia del cuerpo.

   Así pues, con estas premisas expuestas, es comprensible que la curación de Doña Isabel fuese casi un intento vano, si los protocolos de la medicina actual no funcionasen.

  Pero algo había que hacer. Y me puse manos a la obra.

 De acuerdo al mismo extenso tratado hay que comprender un poco la teoría ocultista acerca del cuerpo humano.

 Rápidamente y en forma sintética se podría decir lo siguiente. Hay dos evoluciones que se superponen en el ser humano así como en cada reino de la naturaleza. Tendríamos  por un lado el cuerpo físico, producto de millones de años de evolución física, y de una complejidad inmensa en la que lo sutil modifica su comportamiento por así expresarlo. Y por otro lado tendríamos que existen los Ángeles Solares, o creadores mentales de una Humanidad anterior a la nuestra que crean el vehículo de la conciencia.

Los Ángeles Solares mediante el poder de su mente tejen siete puntos de luz en el plano mental, en el plano astral y en el plano etérico. Todos ellos unidos por hilos de luz. Esos puntos son centros magnéticos en los que se sueldan todos los hilos. Y a través de todo ese conglomerado pueden enviar sus pensamientos o mas abstractamente sus vibraciones.

    Así tendríamos que hay un momento, que los ocultistas que lo sepan se cuidan muy mucho de afirmar con exactitud y precisión, en el que la construcción del Angel Solar y la construcción del cuerpo físico se van a unir.

    La unión de ambos no es una cosa instantánea sino que lleva un proceso relativamente largo. En algún momento determinado los cuerpos del alma, o estructuras mental, astral y física etérica llegan al cuerpo físico y por así decirlo le compenetran y envuelven. Y ahora paulatinamente esos hilos de luz se van incorporando al cuerpo físico.

   Los siete puntos se van uniendo a los órganos físicos especialmente al cerebro, punto de la conciencia, y al corazón punto de la vida.

   Los siete puntos de luz permanecen a unos milímetros de la columna vertebral (fuera del cuerpo físico) y sus ramificaciones llegan hasta la base de la columna, los órganos genitales el plexo solar, el corazón, la garganta y la coronilla, y la parte delantera de la frente.

  Esos puntos de electricidad se ramifican en otros veintiún centros menores y muchos más de menor tamaño. Es decir que al final todo el cuerpo físico está recorrido por esos hilos de luz conocidos también como nadis. Y estos hilos están intrínsecamente unidos con el sistema nervioso y el sistema glandular.

       Así pues podemos comenzar a comprender lógicamente la posible influencia que parte desde el Angel Solar, para quien dicho sea de paso, no está muy atento realmente al hombre. Esto es así porque su contribución al Señor de la Tierra es construir esos cuerpos, pero luego él permanece abstraído en otros mundos más propios de su nivel de conciencia.

       Sin embargo, la energía fluye desde su fuente hasta llegar a la sangre y posteriormente todos los órganos y células del cuerpo físico.

      Aunque toda esta explicación sea un poco abstrusa, se hace necesaria para no ser víctimas de las supersticiones y por el contrario tener unos postulados sobre los que fundamentar la actuación del curador esotérico.

      Hay otro punto a tener en cuenta. La energía de la que estamos hablando es de una enorme potencia. En realidad es fuego. Hay que comprender que la naturaleza de la energía del alma es explosiva. Se acerca a la energía atómica por así decirlo. De acuerdo a todo lo expuesto viene ahora la explicación del origen del cáncer. El cáncer de acuerdo al pensamiento esotérico tiene sus raíces en el exceso de energía acumulada en un centro. Así, se podría decir que esa acumulación de energía hace que las células se reproduzcan mucho más deprisa e incontroladamente. Según nos dicen tiene que ver con la voluntad. Palabra que para nosotros es de muy difícil comprensión. Pues la palabra voluntad o amor no tienen el mismo significado que en el lenguaje común. Amor nosotros lo expresamos por un sentimiento, pero en realidad es la fuerza magnética. De la misma forma voluntad es una energía dinámica que subyace más allá del amor. Es decir estamos hablando de algo que se escapa a la comprensión normal.

     Así pues, ese exceso de energía acumulada en un centro es el principal causante del cáncer. Automáticamente nos hacemos la pregunta, de por qué los niños la padecen también. Se podría razonar que la materia que utilizamos es muy antigua y ya está impregnada de esas enfermedades. Pero realmente, todos estos conocimientos exceden a la capacidad de un aprendiz de mago. Sólo sirven como una primera orientación hacia el trabajo de curación esotérica, que dicho sea de paso, considera de más importancia la curación psíquica que la física.     Con todo esto, Juan se encontraba con que la simple imposición de manos podía agravar la enfermedad. El  pensamiento concentrado sobre un órgano enfermo podía  incrementar el estado morboso del mismo. Y que solo se podía utilizar la energía impregnada por la cualidad del amor. Esa energía es en sí beneficiosa porque no tiene incorporada la fuerza de la voluntad.

 

Autor:Quintín García Muñoz

 

 

 

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