“...¿A quien puedo decir lo que pasa
por mi imaginación sin que me digan que estoy loco? Lo gritaré al viento y
así nadie podrá pensar que no estoy cuerdo.
Poco más o menos, al mes de haber
sido operada por segunda vez, los indicadores avisaban que de nuevo el cáncer
se había propagado, pero ya no podían volver a operarla. Su corazón no lo
habría resistido, así es que las siguientes sesiones de quimioterapia fueron
más agresivas.
... Sin sentirlo realmente, y sin
creerlo de verdad, pues siempre pensé que podría salvarla, le dije:
“Otra sesión de quimioterapia más
y ya no habrá más Doña Isabel”...
... Tal vez en aquel momento ella
había dejado de creer en mi” pero volvió a repetir por sexta o séptima vez
una nueva sesión.
.... Y juraría que extendí mis
manos compasivas hacia aquel cuerpo tan maltrecho. Dicen que la compasión
amorosa es algo que está más allá del deseo egoísta, y así es. Mi único propósito
era mitigar el dolor de aquel ser humano que por alguna causa se había puesto
en mi camino. Y como digo, imaginé que tocaba su abdomen enfermo y que aquello
ardía. Parecía fuego. Y con una ánfora dorada vertía agua helada para calmar
aquel terrible volcán provocado por los productos químicos inyectados en la
sangre. Mientras visualizaba aquello, fue como si me volviese loco. Comencé
a echar paladas de tierra encima de Doña Isabel, hasta que estaba totalmente
enterrada. Yo no podía parar de echar y echar tierra, hasta que me cansé.
A la semana Doña Isabel se había
muerto. Era imposible hacer algo más por un ser humano. Sostener con mi fuerza
mental sus esperanzas, hasta que ya no hubo más salida que la liberación de
su alma.
Pero si alguien me pregunta, ¿Qué
le puedo decir?, que mi mente supo de alguna forma que se iba a morir, que
la recepción telepática a veces es como si realmente lo pensamos nosotros,
que su Alma me avisaba de que Doña Isabel ya no tenía futuro en este mundo?
Escribo todo esto, porque tal
vez algún día, cuando se descubran cómo funciona verdaderamente la telepatía,
y cómo los seres humanos estamos inmersos en un mundo tan mágico, tal vez
entonces se sepa que las interpretaciones que lanzaba mi cerebro, tenían una
base verdaderamente real, y que si bien las representaciones no eran totalmente
exactas, sí que, simbólicamente eran correctas.
Y la pregunta era: ¿Cómo una imagen
mental podía viajar por el espacio y ejercer influencia sobre lo material
o viceversa?
Todavía es algo pronto para que
la ciencia comprenda estos misterios. El día que los científicos, o verdaderos
magos del futuro relacionen los pensamientos con los aspecto más materiales,
ese día el mundo tendrá que echarse a temblar, pues de seguro que algunos
se aprovecharán de tan gran conocimiento, a la vez que otros, dotados de un
corazón bondadoso, serán el orgullo de la raza humana. Entonces tal y como
se espera en un futuro, tal y como se especifica en "El Tratado
sobre Fuego Cósmico" la lucha será entre grupos.
Entes unificados y compuestos de muchos individuos, que compenetran sus fuerzas.
Para esto hay que comprender que tal
y como se dice La Vida es UNA. Pero no en sentido figurativo, sino en sentido
totalmente real. Y las fuerzas de unos se mezclan con las fuerzas de otros...
pero dejemos este futuro lejano para cuando llegue el momento.
El desarrollo de una semilla
es inexorable e imparable en un Universo Matriz del que absorbe continuamente
energías ilimatadas.