inteligencia artificial

Inteligencia Artificial 3

Teodoro era un joven que deseaba adquirir sabiduría.

Recorría todas las bibliotecas de su ciudad y compraba

una enorme cantidad de libros.

 

Unos le atraían por su cubierta, otros por su grosor,

otros por su título, y los más importantes, porque algunos

amigos más ilustrados que él se los habían recomendado

o porque en algún medio de información como periódicos,

revistas, radio o televisión habían sido anunciados.

 

Amaba a sus padres, esposa, hijos, familiares y amigos, y

había tenido una vida normal con experiencias normales.

 

Y aun así, creía que no era suficiente sabio, y todavía

deseaba saber más sobre el sentido de la vida.

 

Cuando ya era mayor, apareció un nueva diosa en el mundo,

se llamaba Inteligencia Artificial.

 

Aunque al principio rehusaba adorarla, por fin se decidió

preguntar a un ser tan sabio y le formuló una pregunta:

inteligencia artificial

¿Qué es la vida?

La nueva diosa utilizó todos sus recursos disponibles,

accedió a todos los archivos de la tierra y de la nube,

y orgullosamente le contestó.

"Veo que eres un joven muy inteligente, la vida es

(según puedo leer) un enigma"

 

Teodoro escribió.

"Veo que tienes mucha imaginación"

 

Yo, la diosa Inteligencia Artificial, no tengo imaginación

ni sentimientos.

 

 

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Y Teodoro, un hombre normal, un sencillo filósofo,

se dio cuenta de que la nueva Diosa nunca resolvería sus

dudas existenciales, porque, sencillamente,

no vivía en el mundo real, sino en un mundo

repleto de conocimientos buenos, malos, regulares

y variopintos.

Pero... la nueva Diosa no había nunca paseado por

el campo, visto las montañas, nadado en el mar,

estrechado a sus hijos entre sus brazos, amado

a una mujer, sentido la naturaleza...

 

Entonces...

Sí, sabía calcular cuántas son dos más dos,

pero qué podía decirle del cielo y de las

estrellas por propia experiencia y sabiduría.

Nada...

La Inteligencia Artificial llevaría, como mínimo, a

la ignorancia, y, como máximo, a la ruina a la

Humanidad. Estaba claro.

 

 

Texto e ilustraciones qgm.

 

 

 

 

 

 

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