PAZ INTERIOR
La paz interior (I)
Durante toda nuestra vida
perseguimos la paz.
Y en ciertas ocasiones
el destino nos la da.
Cuando en el
seno
de nuestra madre
dormimos serenos,
es la primera vez
que de ella
bebemos.
Cuando infantes
a la calle salimos
y al hogar
regresamos,
bajo el manto
de nuestros padres
en ella nos cobijamos.
De jóvenes
la vida buscamos;
pero la paz se va
de nuestras manos.
El amor, la
pasión,
el trabajo,
el dolor,
la tristeza,
el temor...
todo
nos separa
de su candor.
Y cansados
de buscar
la paz,
de nuevo la
encontramos,
cuando
en lo más ´
intimo
pensamos.
Sin embargo,
mantenerla
es dificil,
y a otro
ser humano
abrazamos.
Por momentos.
la paz
permanece
en nuestros
aledaños.
La flor
de la paz
de nuestro
corazón
escapa,
cuando la vida
un amor
nos arrebata.
Si somos afortunados.
en nuestra meditación
la reencontramos,
pero todavía
resta
un último paso,
pues todo
es efímero
y al acaso.
Los dioses
nos entregan
otro regalo
y con él
a ellos nos semejamos.
Cuando dos
mentes
y dos corazones humanos
se funden
como hermanos.
A un pensamiento,
a un sentimiento,
una respuesta
recibimos
de un lugar
lejano.
Una nueva etapa
de la paz interior
comienza,
saber a ciencia cierta
que nunca
permanece sólo
el humano
que la unión
mística
experimenta.
Esta paz
es más duradera
que las anteriores,
pues
no está sujeta
a los mundos exteriores,
y cuando alguien
desea,
anhela
el contacto,
éste se produce
tan real como el tacto.
La paz de los
cielos
al hombre ha llegado
sabe,
que aún es un infante
en el mundo
super humano,
pero éste es el principio
de los núcleos de luz y amor
que con nuestras consciencias
los universos inundamos.
Paz
Interior (II)
¿Cómo describir la paz interior?
¿Cómo
expresar la armonía
en un instante concentrada?
¿Cómo
transmitir que
está al alcance
de todo ser humano
que ha desplegado
del amor etérico
las alas?
Segundo a segundo
la vida se desgrana
sintiendo las dudas,
la soledad,
la necesidad,
la carencia
y la falta.
Como el
oxígeno
al agua,
son los humanos
corazones
a la calma.
En anhelo de
unión,
que contínuamente
nos ata,
se ve colmado
cuando
un alma
entra
en otra alma.
Como una gota
de agua cristalina
los corazones
unidos
descienden
sobre
un mar de plata,
que espera,
el final
de la batalla.
Los corazones
humanos
que se han fusionado
se extienden en la penumbra
de aquellos
que batallan.
Un núcleo
de paz,
de interna armonía
cae en el oceano
de los anhelos.
Es la forma
primigenia
de un nuevo mundo.
Su poder cohesivo
es tan poderoso
que,como el
divino Sol,
atrae
con inmenso gozo.
Las almas,
abatidas
en cuerpos
humillados,
vuelan
en pos
de la nueva
enseña.
La luz se distribuye
en ondas interminables,
circundando las almas
que residen
en los valles.
Luz de Arco
Iris,
que extiende
sus radiales.
Luz del ocaso
que envuelve
los corazones
joviales.
Luz que atraviesa
las paredes
más densas
y espesas.
Luz que penetra
en las tinieblas
y cuevas.
El agua cantarina
refleja su fulgor
cuando un lago
interno
acoge su resplandor.
Y disperso
en mil colores
se esparce
sobre manatiales,
que colmados de agua pura
llegan hasta la llanura.
La luz todo
lo envuelve,
la paz interior todo
lo socava;
desmorona lo más duro,
y lo más alto sobrepasa.
La paz interior
es fruto de la unión
de dos corazones
etéricos
que se amaron
con primor.
En ondas luminosas
esparcen su fulgor,
en canciones amorosas,
que eternas son.
La paz interior
está fuera del tiempo.
Anque dure
un sólo segundo,
sus consecuencias
incomensurables
son.
Paz Interior (III)
Cuando la paz interior,
a través de la unión
de dos almas,
ha concluído,
una nueva molécula
en el mundo ha nacido.
Su poderosa
interacción,
crea un campo magnético;
a través del mismo
fuerzas sutiles
se ponen en camino.
Dependiendo
de la cualidad
de la molécula creada,
por distintos seres
será utilizada.
La unión
de las almas,
desde su punto de paz,
atrae nuevas fuerzas
de las huestes ya creadas
Siguiendo los
pasos
de los creadores de mundos,
el núcleo formado
establece de energía
circulares muros.
A través
de la visión,
que se origina
en la frente,
una linea de fuego
vibra y se estremece.
Fuerza impelida
por místico corazón,
a la luz dirige
por la senda debida.
Los creadores
comprenden
que formar
varios pétalos
deben.
Sin dudarlo,
en aromáticas
flores
y bellos
colores,
devienen.
La flor de
loto,
que con amor
se ha forjado,
dará vida
a quienes
residan
en el seno
de sus pétalos.
El Sol dorado
es una flor
de doce pétalos;
en su regazo
da vida a los planetas;
cuando abraza la materia
crea a los humanos.
Estos,
después de que
,fondo
hayan tocado,
construirán
nuevos
lotos dorados,
que serán
el soporte
etérico
de grandes ciudades
o pequeños poblados.
Paz interior (Fin)
Hablamos de un mundo nuevo,
y también antiguo.
Hablamos de los recolectores,
de los creadores,
de los que infunden los sueños,
Hablamos de todo aquello
a que está destinado
el mundo entero.
Sobre nuestras
alas
de voluntad inmutable
llevaremos
el agua de la Vida.
Sobre nuestros
halos
de luz solar
registraremos
la belleza
y la voluntad de amar.
Somos los que
somos,
lo que pueblan
los vastos espacios.
Somos los que
forjamos
los humanos sentimientos.
Somos los que
levantamos el velo
para que
con nos, estéis.
Bajo el Sol
dorado,
bajo la Estrella Polar,
sobre las cumbres nevadas
se escucha nuestro cantar.
Somos los Señores
del Fuego
que vuestro corazón
aventando están.
Somos los que
Somos
durante una Eternidad.
Somos los que
os entregamos
el amor, la inteligencia
y la voluntad.
Autor: Quintín García Muñoz
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