APUNTES
SOBRE ZUERA
Zuera.
El club de la juventud.
El
club de la juventud
Sería
sobre el año 1962 cuando se inauguró el FOCAR en la calle
Baja, detrás de la iglesia, en el callizo que subía a la
calle de San Pedro y desembocaba en la herrería. En la plaza de
España también existía otro local donde algunos niños
aprendían a jugar al ajedrez, y que apenas visité.
El FOCAR era un lugar en el que nos reuníamos muchos niños
y podíamos jugar partidas interminables al futbolín; estábamos
apelotonados, esperando turno y gritando sin descanso. Y como era natural,
saltando de alegría o dando más de una patada al futbolín
cuando perdíamos.
Se formaron varios grupos de boy scout. Nuestros padres nos compraron
una camisa, un pantalón, que podían servir para llevar cualquier
otro día por la calle, y lo más curioso: un pañuelo
verde con ribetes amarillos y el aro de cuero que creo que lo encargábamos
en la guarnicionería de Val en la calle Mayor.
Cada grupo tenía su animal representativo y su color, por ejemplo,
la ardilla y color beige. El pañuelo había que ponérselo
de forma especial y luego introducirlo en el aro de cuero donde estaba
grabada la flor de lis.
El traje lo completaban unas botas y unos calcetines blancos, además
de la boina. Éramos muchos los niños que pertenecíamos
a aquella asocia¬ción. Normalmente hacíamos excursiones
a las lomas, detrás del Cucutero, poco más o menos. En ocasiones
venían otros grupos de Zaragoza y realizábamos juegos y
competiciones en la arboleda.
Para mí, la excursión más importante que hicimos
fue a Juslibol, donde había regaliz de palo, juegos y merienda
con los otros grupos de Zaragoza. El autobús nos dejó en
cierto punto y luego continuamos andando por un camino que se elevaba
entre las lomas cortadas lindantes a los galachos.
Unos años más tarde el FOCAR se transmutó en el Club
de la Juventud. Probablemente, en sus inicios era sinónimo de estudiantes;
posteriormente, los amigos de siempre lo visitaban, y todavía disfruté
del club dos o tres años. Aparte de la relación de amistad,
conocí más a fondo a los grupos de música Jethro
Tull y Chicago, lo que fue por entonces un verdadero descubrimiento.
Ya no sé cuántos años más continuó.
Pero sin duda alguna, la fundación del Club representó un
inmenso beneficio para muchos niños y jóvenes del pueblo.
Continúa
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